La epopeya de los torino en Nürburgring

Los torino Nº1 y 2 por las calles cercanas del lugar. Ambos abandonaron por sendos despistes
Muchos tramos de la carrera fueron bajo la lluvia. Aquí el Torino de Copello, Franco y «Larry» circula con piso mojado. Fue el auto que mayor cantidad de vueltas recorrió.
Los sonrientes conductores del Fiat 125 de la ScuderiaPinerolo que llegaron novenos con 300 vueltas: Pino Ceccato, Cristiano Ratazzi y Luca di Montezemolo. Ratazzi no es otro que el presidente de Fiat Auto Argentina. Montezemolo fue director deportivo del equipo Ferrari de Fórmula 1 en 1974 y 1975, y luego presidente de la casa de Maranello.
La Marathón de la Route o Maratón de la Ruta, más conocida como las 84 Horas de Nürburgring, que hemos presentado en nuestra edición anterior, ha sido una excursión única de Argentina en el automovilismo internacional y que aquí evocamos.

La prueba comenzó simbólicamente en Lieja, Bélgica, la sede del Royal Motor Union, el club organizador. Los integrantes de la Misión Argentina llegaron con la suficiente anticipación disponiendo de cuatro autos para conocer bien el circuito. Sobre esto nos contó Oscar «Cacho» Fangio, piloto del Torino N° 1, lo siguiente: «Utilizamos dos Renault 16, un Opel Commodore y un Torino. En esas pruebas hubo varios accidentes, el primero de Carmelo Galbato, quien con el Renault 16 le arrancó la corteza a un árbol. Después Rodríguez Cañedo que destruyó el Torino y luego Oreste, con el Torino N° 1, que se fue diez metros en una curva veloz. Creyó que había sido por haber entrado rápido, pero fue por la rotura de una rueda. Esto llevó a la reconstrucción del auto, usando partes del Torino standard. Por las secuelas del accidente el Torino N° 1 fue apodado ‘La Banana’ y finalmente estuvo en orden de marcha». La presencia del equipo argentino la principal atracción y hasta la promoción de la carrera estuvo a cargo del mismísimo Juan Manuel Fangio. Para la transmisión radial se unieron los periodistas de todos los programas con salidas horarias desde Radio El Mundo, lo que tuvo una audiencia impresionante. Fue tal el interés del público que hasta las maestras les permitieron a los alumnos escuchar la radio en las escuelas. Lo sucedido durante la carrera fue, sencillamente, sorprendente. En los primeras tramos del miércoles 20 de agosto lideró el Porsche 911 de los alemanes Kauhsen, Linge y Steckkonig, escoltado por el Ford Capri y luego el Torino N° 2 y N° 3. Tres horas después fue dada la partida oficial y con diez vueltas, el orden era IoPerkins, 2o Copello y 3o Glemser. El primer inconveniente fue el despiste de Rodríguez Cañedo que llevó a la rotura de dos llantas. Poco después se despistó uno delos principales rivales de los Torino, un Porsche, pero más tarde, como secuela del accidente de Cañedo, se iba de pista Jorge Cupeiro y el Torino N° 2 quedaba fuera de carrera. El equipo resolvió entonces que
Perkins relevara a Galbato en el Torino N° 1. Cumplido el primer día de carrera, el líder era el Torino N° 3 con 90 vueltas, escoltado por el N° 2, tercero el Ford Capri y cuarto un Mazda. Entre el miércoles 20 de agosto y el jueves 21 fue el mejor momento del equipo argentino, con el Torino N° 3 y el N° 1 en los dos primeros lugares escoltados por el Capri, que luego superó al Torino N° 1. Recorrida la mitad de carrera, a las 19 hora local, lideraba el Torino N° 3 con 164 vueltas, seguido por el Ford Capri con 165 y dos de penalización y tercero el Torino N° 1 con 161 vueltas (una de penalización). A las 2.20 del viernes abandonaba el segundo Torino cuando Luis Di Palma, por un cortocircuito, se quedó en un sector de curvas veloces a oscuras, se fue de pista y terminó en un zanjón. Mientras, el Capri se acercaba al Torino N° 3 y el Lancia N° 38 ganaba puestos en el orden. Faltando 24 horas de carrera el Capri superó al Torino N° 3 para sacarle cinco vueltas de ventaja. El último día sucedieron una serie de problemas que le hicieron perder la carrera al único Torino que quedaba: el cambio de pastillas de freno y luego el del escape. Mientras que Tony Fall reemplazó el escape en el Lancia N° 38 en tres paradas sucesivas de ocho minutos penalizando una vuelta al detenerse en boxes para retirar el último tramo del escape, el Torino lo hizo en el box perdiendo ocho minutos con otras tantas vueltas de penalización. Poco después abandonaba el Capri, mientras que el Lancia consolidaba su victoria. Después de muchas horas de carrera con lluvia, el final de la carrera fue con sol. Cumplidas las 84 horas Oscar Mauricio Franco llevó al Torino N° 3 a la meta, logrando cumplir la hazaña. El equipo ganador fue el del sueco Kallstrom, el italiano Barbasio y el británico Tony Fall, pilotos de primera línea de Rally con LanciaFulvia HF de 1600 cm3. Cumplieron 332 de las cuales fueron computadas 322. El segundo puesto fue para los alemanes Duchting-Scheider-Degen-Hennerici-Becker (BMW 2002), con 319 vueltas recorridas y 318 computadas, mientras que terceros llegaron Barbara-Carpentier-Duvauchel (Triumph TR5) con una efectividad asombrosa: cubrieron 315 vueltas y no penalizaron ninguna. La cuarta posición fue la del auto argentino, el que mayor cantidad de vueltas recorrió: Eduardo Copello, Oscar Mauricio Franco y Alberto Rodríguez Larreta, con 334 vueltas recorridas y 315 computadas.
El 50a aniversario de la Misión Argentina fue plasmado en una película y celebrado en Córdoba, cerca de la planta donde los Torino fueron fabricados. Hubo una caravana de 500 Torino de todo el país, con algunos de los mecánicos que trabajaron en el equipo, los pilotos «Cacho» Fangio, Oscar Mauricio Franco y Néstor García Veiga y la visita al taller de Oreste Berta. El domingo 29 de septiembre, en Comodoro Rivadavia, un club de autos clásicos recibió a Fangio y Franco, por lo que los festejos continúan.
Hoy, cincuenta años después, la gran Misión Argentina a Nürburgring fue una experiencia tan valiosa como única que logró una repercusión impensada y a pesar de ello jamás fue repetida.
Por Gustavo C. Arsuaga
Revista Bancarios del Provincia

Compartir en Redes Sociales